Cecina de Res
Su preparación:
Llega la pieza entera de carne,posteriormente se deja libre de grasa, se bistecea y después se hace el corte de tasajo para poder marinarla y así pasar al proceso de deshidratado. Posteriormente
se pesa, se empaqueta y distribuye.
Platillos recomendables:
Cecina enchilada.
Cecina negra acompañada de aguacate, queso y jalapeños.
Un poco de Historia.-
En las sociedades primigenias de los
persas y los griegos, la carne de burro era considerada un manjar
distinguido. Los animales más viejos, que no eran útiles para el
trabajo, estaban reservados al consumo humano mediante el secado y la
salazón de sus carnes. Especialmente suculenta resultaba la cecina de
burro, que una vez deshuesada se curaba con sal gorda, pimentón y ajo.
Por otra parte parece ser que la cecina más consumida en la época del
Imperio Romano fue la de cerdo, prueba de ello es que nuestro recurrido
Columela no la menciona en su libro “De re rustica, en él solo describe
la forma de acecinar el cerdo. Empieza diciendo “conviene no dejar beber
al animal el día antes de matarlo, para que su carne este más seca,
pues si bebiere estará más húmeda la cecina”.
Tras la matanza, “Lo
deshuesaras bien, puesto que esto hace la cecina menos defectuosa y más
duradera”. Este pormenorizado relato del proceso de elaboración de la
cecina detalla el procedimiento prácticamente tal como se desarrolla en
la actualidad.
Manjar de nobles durante la Edad Media, la cecina
alimentó a los conquistadores y colonizadores de América en sus largas
travesías marítimas del siglo XVI para acabar popularizándose entre los
campesinos del reino como una de las formas más eficaces de conservar la
carne.